Trufas veganas

Las trufas son uno de esos postres que no puedo resistirme a probar.
Estas trufas son realmente simples de elaborar, no necesitas ninguna herramienta especial y tan sólo requiere de 2 ingredientes.

Simplemente troceas el chocolate, calientas la leche, derrites el chocolate y dejas que enfríe. Es tan fácil como eso.

En cuanto al revestimiento exterior, puedes dejarlo liso o rebozarlo en cacao en polvo.
También creo que una capa de avellanas trituradas estarían increíbles.

Creo que te vas a enamorar de estas trufas, son ricas, cremosas, sencillas y aptas para todo el mundo, veganos, vegetarianos, intolerantes a los lácteos...

Sin duda, es el postre perfecto para picar durante toda la semana o un detalle perfecto para regalar. Ahora que ha hecho mis propias trufas, no las voy a comprar nunca más (especialmente teniendo en cuenta lo difícil que son de conseguir unas trufas sin lácteos).

Vamos a tardar en elaborarlas unas 2 horas y media, así que contar con ese tiempo.

Porciones: 16 trufas

Ingredientes que necesitamos para trufas veganas:

• 255 gramos de chocolate negro vegano, muy finamente picado (al 70% de cacao o más)
• 7 cucharadas (90 ml) de leche de coco
• 1/2 cucharadita de extracto de vainilla (opcional)
• 24 gramos de cacao sin azúcar o cacao en polvo, para el recubrimiento

Preparación de la receta:

Colocamos el chocolate finamente picado en un bol mediano. Cuanto más fino se corte, mejor se derretirá y menos durará el proceso.

En otro bol aparte añadimos la leche de coco y lo calentamos en el microondas hasta que esté muy caliente (pero sin que hierva.

Añadimos la leche de coco caliente al chocolate y lo cubrimos con una tapa durante 5 minutos para que no salga el calor. A continuación, levantamos la tapa y mezclamos suavemente, tratando de no incorporar aire a la mezcla.

Continuamos mezclando hasta que esté completamente derretido y sea una mezcla suave y cremosa. En este momento añadimos la vainilla y revolvemos una vez más.

Lo refrigeramos durante 3 horas, hasta que esté así sólido. Una vez el chocolate esté frío y duro, preparamos un pequeño plato con cacao en polvo para rebozar las trufas.

Utilizamos una cuchara para formar pequeñas bolas con el chocolate y con las manos las redondeamos. Las rebozamos en el cacao en polvo y quitamos el exceso.

Las vamos depositando en una fuente, sin juntarlas del todo. Si vemos que alguna se ha deformado, las volvemos a refrigerar.

Las podemos devorar en el momento o introducirlas en el frigorífico durante 2 horas o toda la noche. Esto las endurecerá.

Cuando las sirvas, sácalas a temperatura ambiente durante 10-15 minutos antes de servirlas para que tengan una textura óptima.